Locura sin cura que detesta la amargura
fidelidad de la pura resplandeciente tribuna.
Afónicas gargantas de tanto gritar su amor
apodado La Academia bautizado Racing Club.

Poderosas melodías, la más bella sinfonía.
El Rey de Avellaneda.
El Dios de las hinchadas.

Racing Club de Avellaneda, Camilo Blajaquis

Colón e Italia, Avellaneda


Estadio Juan Domingo Perón, Avellaneda

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